Parroquia Maria Auxiliadora.
Sant Boi
CUARESMA 2024
Ramos
Aclamamos y seguimos a JESÚS
Hoy acompañamos con alegría el triunfo de Jesús, entrando en Jerusalen. No hay ninguna persona importante, ni ninguna autoridad en la comitiva.
Esta entrada de Jesús en Jerusalén, aclamado por el pueblo sencillo, es el pórtico del final de su camino humano que acabará en la cruz; demostración de su amor gratuito e incondicional por la humanidad.
Nosotros, que seguimos a Jesús, también hemos de cargar con nuestra cruz y la de los demás. Una cruz que es también denuncia de todas las formas de poder de este mundo; y es la manera cristiana de luchar contra la miseria, la esclavitud y el sufrimiento humano. A la luz de la cruz de Cristo es posible una Vida Nueva para todos.
Reflexiona
 Jueves Santo: Jesús –instituyendo la Eucaristía y limpiando los pies de los apóstoles- nos da ejemplo de servicio incondicional a la humanidad...Revisa tu actitud de servicio y ayuda a las personas con las que vives o te encuentras cada día.
 Viernes Santo: Jesús culmina su vida muriendo en la Cruz,como supremo gesto de amor gratuito e incondicional hacia todos nosotros. ¿Hasta dónde llega mi amor?
 Sábado Santo: Jesús, muerto en el sepulcro, nos dice que el grano de trigo ha de morir para dar fruto, para compartir definitivamente la Vida de Dios Padre. Es el día de la paciencia y de la confianza en Dios, a pesar de su silencio...¿Cómo resuenan estas palabras en tu vida?
 Vigilia Pascual: Dios Padre, resucitando a Jesús, grita a toda la humanidad que su camino, a pesar de que acabe en la cruz, es el camino que nos da la verdadera Vida. ¿Lo crees de verdad?
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Para rezar…
Señor, hoy nos invitas al silencio. A hacer callar nuestras pretensiones más o menos interesadas. Con frecuencia te aclamamos y al cabo de unos minutos nos olvidamos de seguirte con todas las consecuencias
Vienen personas pidiéndome explicación de mi manera de pensar y de vivir como cristiano, y me advierten que no tiene sentido amarte y seguirte; y pocos se arriesgan a hacer conmigo un nuevo camino de vida.
Señor, el relato de la pasión de Jesús nos obliga a tomar partido, a definirnos, a superar el que dirán...
Pero vale la pena reemprender cada mañana el camino de la fe, con la alegría y la esperanza que nos llegan de tu Pascua, de tu vida llena de amor sin medida, entregada a la muerte y resucitada. Amén
5º Domingo
La vida vale la pena cuando se entrega
La Cuaresma es un tiempo precioso de renovación espiritual para que aprendamos a descubrir a Dios en nuestra vida, para escucharlo y ser fieles al camino de vida que Jesús nos muestra en el Evangelio.
La Palabra de esta domingo nos dice que Dios está en lo más íntimo de nuestro ser. Ha puesto su Ley, su designio de vida nueva, en nuestro corazón; por eso para descubrir a Dios hemos de escuchar a nuestro corazón con sinceridad, y dentro de él las múltiples voces que nos llegan del exterior. Así lo hizo Jesús.
Y en nuestro interior escucharemos la voz de Dios que nos dice que vale la pena morir a nosotros mismos, para pensar en los otros, para amar, consolar y ser portadores de paz. Como el grano de trigo que solo da fruto cuando cae en tierra y muere.
Jesús elevado en la cruz nos dice que la manera de salvar a los otros es entregar la vida por amor, sin prejuicios. Que el amor es más fuerte que la muerte. Por eso, el gran reto que tenemos como cristianos es amar como lo hizo Jesús. Esta es la victoria que vence la muerte.
​Para pensar…
· Dedica un tiempo durante la semana a escuchar a tu corazón...Verás como Dios te habla ¿Qué crees que quiere de ti?
· Ponte delante de la cruz de Jesús y déjate penetrar por su amor incondicional...Y piensa en alguna persona a la que tendrías que amar más y con signos
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Para rezar…
Te buscamos, Dios Padre nuestro.
Merece la pena la búsqueda de tu verdad y de tu amor…
Eres fuerza en momentos de dolor, consuelo en la confusión, puerto seguro en la tormenta de la vida.
Merece la pena dejar cosas o abandonar proyectos para poder crecer en tu amor. Nos buscas, crees en nosotros, nos amas sin medida.
Nos esperas y nos das la bienvenida cuando hemos estado lejos.
Dios de todos los que te buscan, bendice nuestros deseos más profundos. Mantennos en el camino que conduce a ti.
Te damos gracias por las veces que nos has buscado, y quieres que te encontremos en nuestro propio yo y en la gran casa del mundo. Amen
4º Domingo
Siempre puede nacer algo NUEVO
en nuestra vida
La Cuaresma es un tiempo propicio para renovar nuestra fe. Como dice Jesús al viejo Nicodemo, un tiempo para “nacer de nuevo”, para experimentar a Jesús como Vida y como Luz en el camino de la vida. A pesar de la edad. A pesar de los intentos fallidos para vivir más auténticamente como seguidores de Jesús.
Y “nacer de nuevo”, según Jesús, comienza por cambiar nuestra mirada y relación con Dios y con los demás.
Un Dios que no es algo exterior a nosotros, sino la Verdad más profunda de nosotros mismos. Un Dios presente en nuestra vida, en las personas y en el mundo, y no fuera.
Un Dios que rechaza todos los ídolos con los que rodeamos nuestra vida.
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Un Dios, cuya única exigencia es el Amor y el Perdón a todos. ¬Un Dios que quiere que le sigamos libremente y no por obligación.
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Para pensar…
• ¿La invitación a “nacer de nuevo”, que Jesús hace al viejo Nicodemo, te dice alguna cosa en este momento de tu vida? ¿Vives esta invitación con esperanza o quizás ya no crees que esto sea posible?
• Revisa tu relación con Dios a la luz de las características indicadas anteriormente. ¿Qué mirada y relación con Dios has de renovar para ser un fiel seguidor de Jesús?
• ¿Tu relación nueva con Dios está renovando también tu forma de mirar a las personas, y hace realidad el amor y el perdón que nos dice Jesús en el Evangelio?
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Para rezar…
Distíngueme, Señor, con tu amor.
Pon tu Luz en mi frente para que no sea un número cualquiera en medio de una masa anodina y sin rostro.
Márcame bien los ojos, traza un signo de ternura en mi corazón y en mis manos para que ame de verdad a los otros.
No permitas que el ambiente rutinario ahogue mi libertad para confesarme cristiano delante de la gente.
Quiero sentirme libre y responsable, lejos de los caminos uniformes, para construir tu Reino.
Para que la Vida, que Jesús nos ofrece, germine cada día, sin caer en el pesimismo o la desconfianza. Amén.
3er Domingo
Comunidad que bebe
de la fuente de Cristo
La mujer samaritana necesitaba ir cada día a sacar agua del pozo para saciar su sed. ¡Necesitamos el agua para vivir! Pero también la necesita nuestro corazón para calmar todos sus deseos. La humanidad tiene sed, mucha sed. Sed de amor, de compañía, de justicia, de paz, de felicidad… y busca caminos para saciar esta sed. A veces en pozos secos y cisternas resecas.
Por eso, Jesús convida a la samaritana a sacar agua en otros lugares, a descubrir en el don de Dios el agua que quita la sed para siempre.
Ya hace siglos que lo expresó bellamente el autor del salmo 62: “Tú eres mi Dios, Señor, yo te busco. Todo mi ser tiene sed de Ti; por Ti se desvive mi corazón como tierra reseca, agostada, sin agua”.
También San Agustín, una persona que había buscado agua en tantos lugares, nos confesará: “Nos has hecho para Ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto mientras no descanse en Ti”.
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Reflexiona• Piensa en los deseos más profundos de tu corazón… ¿Qué lugar ocupa Dios y los demás en ellos?
• ¿El deseo de Dios es ocasional o forma ya parte de tu vida cristiana? ¿Qué te ayuda o dificulta a encontrarte con Dios en la vida de cada día? ¿Este deseo de Dios está presente en tu oración?
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Para rezar…
Te buscamos, Señor, como personas sedientas en lo profundo de nuestro ser, donde la verdad y la paz desean reinar sobre el caos y la confusión…
Te buscamos, Señor, cuando nos sentimos rotos, frustrados y perdidos; cuando nos preguntamos en qué dirección caminar....
Te buscamos, Señor, en medio de nuestras actividades diarias y de tantas cosas que llenan nuestro calendario.
Te buscamos, Señor, entre la gente que llega a nuestras vidas: personas queridas, amigos, colegas, compañeros, y hasta nuestros propios enemigos...
Y te buscamos, mientras caminamos y escuchamos tu llamada a una mayor unión contigo.
Dios de todos los que te buscan, bendice nuestros deseos honestos. Sacia nuestra sed. Amén.
2º Domingo
Con un rostro esperanzado…
Nos cuesta decir “Sí” a Dios. Un Sí que no se acaba nunca. Y no sabemos a dónde nos puede llevar. Hemos de admitir que la fe de Abraham nos descoloca, porque nos pone ante una alternativa: seguir a Dios como el sentido último de nuestra vida o absolutizar otras realidades o personas, incluso uno de la propia familia
También los tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan) están tan bien en lo alto de la montaña, contemplando la persona transfigurada de Jesús (figura del Resucitado), que les cuesta admitir que el camino de Jesús acabe dando la vida en la cruz.
Toda una invitación a que dejemos nuestra montaña de la tranquilidad y la búsqueda obsesiva de seguridades, y bajemos al llano, a la realidad de cada día; en la que nos encontramos con situaciones sociales o personas concretas que ponen en crisis nuestra fe, y nos piden un testimonio más visible de la vida que Jesús nos muestra en el Evangelio
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Para pensar…
• Piensa en las situaciones en las que te cuesta más decir “sí” a Dios...
• La fe de Abraham nos recuerda que fácilmente “absolutizamos” personas y cosas y las convertimos en Dios. ¿Es esta tu experiencia? ¿Qué o quién sustituye a Dios en el momento actual de tu vida?
• Lo más fácil es quedarse en la montaña y gozar de los momentos felices (como los tres discípulos) Pero hemos de bajar al llano de la vida con todas las dificultades, pero con el reto de vivirlas con la misma mentalidad y sentimientos de Jesús. La Cuaresma nos invita a hacerlo.
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Para rezar…
Señor, no es fácil rezar hoy con la misma fe de Abraham. Nos faltan momentos de silencio, y apenas encontramos las palabras para hablarte.
Parece, Señor, que estás en otra orilla, y mi voz no llega a tus oídos. Y sin embargo, quiero remar contra corriente, rezarte a media voz; lo necesito.
Sin oración me quedo vacío; viendo como la vida, sin ese fundamento que es tu amor de Padre, es como el polvo y la ceniza que se diluyen al primer soplo.
Vaya a Ti mi oración, en contra de este puñado de voces que con su ruido ahogan mi silencio que te añora. Amén.
1er Domingo
El DESIERTO pone a prueba nuestra FE y ESPERANZA
Hemos comenzado la Cuaresma. Una nueva oportunidad que Dios nos ofrece para que vivamos con mayor autenticidad nuestra fe; y nos preparemos a celebrar adecuadamente la Pascua 2024
Durante los cuarenta días del camino cuaresmal, Jesús ens invita a la CONVERSIÓN, para que se haga realidad en nuestra vida y en nuestra Comunidad parroquial el SUEÑO de Dios; experimentar el Evangelio como Buena Noticia de Vida y Esperanza. Convertirse para el cristiano es re-orientar nuestra relación con Dios y con los otros, teniendo siempre presentes los criterios de Jesús. Tarea de toda la vida.
Para hacer visible y creíble esta conversión, en este tiempo de Cuaresma resuenan de manera especial tres palabras: el ayuno como "deseo de Dios"; la oración, poniendo la vida de cada día delante de Dios que nos ama entrañablemente; y la limosna, como invitación a darnos a los demás.
El Evangelio de este primer domingo de Cuaresma nos presenta a Jesús, una vez ha vencido las tentaciones del Maligno en el desierto, invitando a todos a la conversión, a creer en la Buena Noticia del Reino de Dios.
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Para pensar…
• ¿Qué tentaciones ponen a prueba tu camino de fe?
• ¿Cómo afrontas las dificultades en este camino? ´¿Con pesimismo? ¿Con evasiones? ¿Con un realismo esperanzado?
• ¿Qué lugar ocupa Dios y los demás en estos momentos de dificultad y de prueba?
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Para rezar…
Dios. Padre nuestro, tengo sed de Ti. Pero, con frecuencia, mis preocupaciones me impiden experimentar tus signos de amor sin medida.
Durante esta cuaresma quiero escuchar, Señor, tu palabra de una manera especial; convencido de que me ayudará a "re-orientar" la relación contigo y con los demás.
En estos días de Cuaresma, Señor, queremos ayunar de egoísmos y descalificaciones de la gente; y hacer de nuestra vida un espacio donde se respire respeto y amabilidad.
Queremos también, Señor, rezar: no para "utilizarte" como remedio de todos nuestros males, sino para poner nuestra vida de cada día delante de tu amor de Padre, gratuito e incondicional.
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Finalmente, Padre, ayúdanos a que nuestra limosna no se quede solamente en dar cosas, sino en "darnos" a todos, con la misma actitud de Jesús, sin medida. Amén.